El ambiente de psicosis luego del hecho ocurrido el pasado lunes y que trascendiera a media semana, provocó que el colectivo del plantel vespertino ubicado en la colonia Abraham González forzara a una reunión luego de una breve toma de instalaciones el viernes.
El jefe de sector Jaime Vega compartió a los padres de familia las implicaciones legales que podrían enfrentar al tomar las instalaciones y en secuencia organizó el encuentro al que acudió personal especializado de la FGE quienes estuvieron abiertos a contestar cualquier pregunta ventilada.
El estatus al momento es que no queda claro si la presunta violación ocurrió en el plantel o fuera. Si son responsables, como se dice, dos alumnos o alguna otra persona. El equipo de investigación y la dirección educativa solicitaron a madres y padres de familia se permitiera ahondar en las indagatorias y definir la situación para luego poder actuar en consecuencia.
Poco más tranquilos, los padres de familia que momentos antes amenazaban con dar de baja a sus hijos de la escuela, se retiraron y todo indica el lunes se reanudarán las clases de manera normal. Cabe señalar que en otros planteles de la ciudad la psicosis se contagió. Algunas madres insistieron en convocar a reuniones para definir si el cuidado que los maestros y personal de apoyo están dando a los niños es el adecuado o se requiere de ajustes.