El hombre fue secuestrado en India para casarlo con una extraña. Él rogaba para que lo soltaran, pero todos lo ignoraron.
Cuando vemos o pensamos en un matrimonio, siempre (o casi siempre) pasa por nuestra cabeza la imagen de la novia vestida de blanco, el novio sobre el altar y mucha alegría en los rostros y en el aire. A veces, la felicidad es tanta que incluso se escapan algunas lágrimas de alegría.
Pero eso es lo que pensamos en este lado del mundo. En otros lugares de este planeta, un novio puede estar llorando por otro motivo. Puede hacerlo porque, por ejemplo, le apuntan una pistola.
Eso fue lo que le pasó a un indio de 29 años llamado Vinod Kumar, en la empobrecida región de Bihar, en su país. Y lloraba no solamente porque lo secuestraron y amenazaron, sino también porque no tenía idea de quién era la novia.
“¿Por qué estás preocupado? ¿Qué montaña está siendo puesta sobre tu cabeza? ¿Acaso estás siendo ahorcado? Sólo estamos confirmando tu matrimonio”, le decían, mientras le apuntaban un arma en la cabeza.
Según reporta el diario Daily Mirror, se cree que que el ingeniero abducido fue víctima de una maniobra llamada “Pakdua Shadi”, un plan en el cual familias secuestran hombres para casar a sus hijas, cuando ellas no tienen dinero suficiente para costear dotes a presentar para la familia del novio.
En esa zona, además, los padres están desesperados por casar a sus hijas porque hay pocos hombres.
Y de acuerdo a lo relatado por Kumar a la prensa india, él se dirigía a juntarse con un hombre para ir a una boda como invitado. Sin embargo, ese hombre llegó con otro y lo secuestraron apuntándole un arma.
“Fui tomado como rehén y los miembros de su familia me golpearon. Me apuntaron una pistola y ordenaron que me casara con una chica. Y después de la boda, me encerraron por una noche entera“, recuerda el hombre de 29 años.
Al día siguiente, Kumar logró contactarse con su hermano y él llamó a la policía. Sin embargo, el pedido de auxilio fue de poca utilidad. “Los policías simplemente no nos ayudaron”, dijo su hermano Awadhesh Kumar.
Aparentemente, esto se debería a que el secuestro conocido como “Pakdua Shadi” es visto simplemente como un mal social y no como un crimen, por lo que la policía no lo considera como un asunto suyo.
Vinod Kumar está sano, salvo y, por sobre todo, libre. Pero le podría pasar algo similar nuevamente, como a varios otros posiblemente le pasen en India.